Hoy, se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras o Día Mundial del Cuidador. Desde ALCER Cuenca no queremos dejar pasar la oportunidad de hacer un reconocimiento a esta figura dentro de la enfermedad renal.
Como bien sabéis las patologías renales conllevan una gran cantidad de cuidados en todas sus fases desde la prediálisis, al trasplante pasando por las diferentes modalidades de diálisis: nutrición, elaboración especial de las comidas, higiene, complicaciones derivadas del tratamiento, ingresos frecuentes,… Por ello la figura de la persona cuidadora resulta esencial incluso en los pacientes más autónomos. De hecho en los últimos comienza a hablarse de la diálisis peritoneal asistida como una buena opción de futuro para los enfermos renales, modalidad que ya está en marcha en numerosos países de nuestro entorno, y que no es más que la diálisis peritoneal realizada total o parcialmente por un cuidador, bien este un cuidador formal o informal (si quieres más información sobre este tema te remitimos a la revista ALCER del tercer trimestre de 2020.)

Pues bien, todos estos cuidadores hoy reciben un reconocimiento público a su labor, y más durante este complicado año en el que la situación sanitaria ha agravado mucho la carga de cuidados informales con el cierre de recursos sociosanitarios como centros de día o servicios de rehabilitación o asistencia tanto a personas mayores como personas con discapacidad.
Esta labor es esencial en la forma en que se estructuran los cuidados en nuestro país, ya que como resaltan los Informes “Envejecimiento en red”, nº25 de marzo de 2020 más del 80% de los cuidadores son no formales, siendo la mayoría de estos cuidados realizados por mujeres: «Las mujeres de menos de 65 años, especialmente las de 45-64, contribuyen con más de la mitad de todo el volumen de cuidado (medido en horas) aportado por todos los cuidadores (48,4%)» y es que como revela el mismo informe «la persona que cuida de los hombres mayores que necesitan ayuda es fundamentalmente su cónyuge, seguida de su hija. En el caso de las mujeres mayores que necesitan ayuda se invierte el orden, son las hijas las que se hacen cargo de los cuidados más frecuentemente. Por tanto, la hija de edad intermedia suele ser el pilar del cuidado en España»
Este mismo perfil se cumple también en torno a la enfermedad renal tal y como recoge el artículo de Arroyo y cols. «Análisis de la sobrecarga del cuidador del paciente en diálisis» la mayoría
de los cuidadores son mujeres con una edad entre 40 y 70 años, hijas/os o esposas/os y una mayoría con estudios primarios o sin estudios. Además analiza las variables más influyentes en la aparición de la sobrecarga del cuidador del paciente en diálisis entre las que destacan una mayor dependencia del paciente, una mayor supervivencia del mismo en el tratamiento dialítico y tener menor apoyo social.
En un día como hoy es esencial agradecer estos cuidados, base del bienestar de los enfermos renales y recordar que para cuidar hay que cuidarse. Desde ALCER Cuenca y su programa Depend-ERCA ofrecemos asesoramiento y apoyo social, así como el servicio de psicología el cual os animamos a utilizar para paliar los importantes costes emocionales, de salud, familiares, económicos y sociales derivados de llevar a cabo un cuidado de forma intensa y continuada.